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Buena plaza, pero le falta algo más para destacar.
Bueno, para empezar, es un desastre por fuera. Los taxistas y vendedores ambulantes al lado del salón Eduardo no solo bloquean la entrada, sino toda la acera, y no hay forma de pasar. Entrar por los estacionamientos es un lío, ya que los taxistas obstaculizan demasiado. En general, la plaza y su entorno están llenos de vendedores ambulantes que obstruyen la vista de la plaza. Los propietarios deberían hacer algo al respecto y deshacerse de ellos, ya que ellos pagan impuestos y los vendedores ambulantes venden casi lo mismo: comida, ropa, accesorios, y al ser más baratos, la gente compra ahí. Si los eliminaran, la plaza se vería mucho mejor. Y ni hablar de la estación de metro, que parece un mercadillo.
Me ha molado un montón los nuevos cambios, encuentras todo lo que buscas en una jodida estación de metro.
Qué buen servicio, majo. La verdad es que me ha sorprendido gratamente la experiencia en esta estación de metro. Todo ha funcionado de maravilla y el personal ha sido muy amable. Sin duda, volveré a utilizar este transporte público en mis próximos desplazamientos. ¡Un diez!
Gran variedad de tiendas y artículos. La verdad es que este lugar, además de ofrecer variedad, ofrece un ambiente cómodo hacia las personas, brindándoles en cada una de sus tiendas un buen trato.
Vaya tela, menudo chasco con el cine, que caro y encima el suelo todo desigual y resbaladizo.
Una amplia gama de locales y productos en el sector de la restauración al 100% muy seguro.
Me encanta dar un paseo por la plaza y visitar sus tiendas 🥰. Además, siempre aprovecho para tomar el metro y disfrutar de la estación, ¡es todo un espectáculo!